Para perros con enfermedades hepáticas.
El nivel reducido de cobre junto con los niveles elevados de zinc minimizan tanto la acumulación de cobre en los hepatocitos como las lesiones intracelulares provocadas por la colestasis.
El complejo antioxidante sinérgico retrasa la degradación de los hepatocitos.
Un aporte limitado de sodio reduce la hipertensión portal y reduce la extravasación de fluidos vasculares.
Con la elevada energía que proporcionan las grasas se evita el catabolismo proteico excesivo, limitando así el riesgo del inicio o progresión de la encefalopatía hepática.
Consejos nutricionales
Las proteínas vegetales altamente digestibles (extracto de proteína de soja) son mejor toleradas en perros con encefalopatía hepática. La ingesta de L-carnitina fomenta el catabolismo de las grasas hepáticas y ayuda a cubrir las necesidades energéticas del hígado.